Bienvenida de Juan Martín

Juan Martín... Te da la Bienvenida... Gracias por visitarme
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30 abr 2015

LITERATURA: El Pecho Desnudo.

"ITALO CALVINO"
 
 
(El Pecho Desnudo)
 
 
Italo-Calvino.jpgEl señor Palomar camina por una playa solitaria. Encuentra unos pocos bañistas. Una joven tendida en la arena toma el sol con el pecho descubierto. Palomar, hombre discreto, vuelve la mirada hacia el horizonte marino. Sabe que en circunstancias análogas, al acercarse un desconocido, las mujeres se apresuran a cubrirse, y eso no le parece bien: porque es molesto para la bañista que tomaba el sol tranquila; porque el hombre que pasa se siente inoportuno; porque el tabú de la desnudez queda implícitamente confirmado; porque las convenciones respetadas a medias propagan la inseguridad e incoherencia en el comportamiento, en vez de libertad y franqueza. Por eso, apenas ve perfilarse desde lejos la nube rosa-bronceado de un torso desnudo de mujer, se apresura a orientar la cabeza de modo que la trayectoria de la mirada quede suspendida en el vacío y garantice su cortés respeto por la frontera invisible que circunda las personas. Pero -piensa mientras sigue andando y, apenas el horizonte se despeja, recuperando el libre movimiento del globo ocular- yo, al proceder así, manifiesto una negativa a ver, es decir, termino también por reforzar la convención que considera ilícita la vista de los senos, o sea, instituyo una especie de corpiño mental suspendido entre mis ojos y ese pecho que, por el vislumbre que de él me ha llegado desde los límites de mi campo visual, me parece fresco y agradable de ver. En una palabra, mi no mirar presupone que estoy pensando en esa desnudez que me preocupa; ésta sigue siendo en el fondo una actitud indiscreta y retrógrada.
 
De regreso, Palomar vuelve a pasar delante de la bañista, y esta vez mantiene la mirada fija adelante, de modo de rozar con ecuánime uniformidad la espuma de las olas que se retraen, los cascos de las barcas varadas, la toalla extendida en la arena, la henchida luna de piel más clara con el halo moreno del pezón, el perfil de la costa en la calina, gris contra el cielo. Sí -reflexiona, satisfecho de sí mismo, prosiguiendo el camino-, he conseguido que...

29 abr 2015

CUENTOS: El Dinero Llovido del Cielo.

"HERMANOS GRIMM"
 
(El Dinero Llovido del Cielo)
 
 
 
Hermanos Grimm
Había una vez una niña que era huérfana y vivía en tan extremada pobreza que no tenía ni cuarto ni cama donde dormir, no poseyendo más que el vestido que cubría su cuerpo y un pedacito de pan que le había dado un alma caritativa; pero era muy buena y muy piadosa.
 
Como se veía abandonada de todos, se puso en camino, confiando en Dios.
 
A los pocos pasos encontró un pobre que le dijo:
-¡Si me pudieras dar algo de comer, porque tengo tanta hambre!...     
 
Y ella le dio todo su pan diciéndole.
 
-Dios te ayude.
 
Y continuó andando.
 
Poco después encontró un niño que lloraba, diciendo:
-Tengo frío en la cabeza, dame algo para cubrirme. Se quitó su gorro y se lo dio.  
 
Un poco más allá vio otro que estaba medio helado porque no tenía jubón y le dio el suyo; otro por último le pidió su saya y se la dio también.
 
Siendo ya de noche llegó a un bosque, donde halló otro niño que le pidió la camisa.     
 
La caritativa niña pensó para sí: -La noche es muy oscura, nadie me verá, bien puedo darle mi camisa.
 
Y se la dio también.
 
Ya no le quedaba nada que dar. Pero en ese mismo instante comenzaron a caer las estrellas del cielo y al llegar a la tierra se volvían hermosas monedas de oro y plata, y aunque se había quitado la camisa se encontró con otra enteramente nueva y de tela mucho más fina. Reunió todo el dinero y quedó rica para toda su vida.
 

28 abr 2015

HISTORIAS: La Última Pena.

"CIRO BERNAL CEBALLOS"
 
 
(La Última Pena)
 
 
 
Ciro Bernal Ceballos
A la hora de la siesta llovía el sol sus candentes púas en el escueto patio del Palacio de Justicia y una andrajosa muchedumbre se atumultaba a las puertas del segundo salón de jurados pugnando inútilmente por entrar.

En el interior, estaban los bancos de madera repletos de plebe, y sobre la plataforma de los debates, los ciudadanos constituidos en tribunal popular bostezaban en sus desvencijadas poltronas como agobiados por el calor.

En el banquillo del acusado, descansaba un hombre, joven aún, y hermoso, a pesar de la mortal demacración de su semblante.

Su amplia frente, de un tísico blancor y señalada por arrugas prematuras, semejaba una placa de mármol rubricada por las vetas.

Tenía la cabellera aborrascada y totalmente blanca, verde los ojos, aristocráticas las facciones, y la barba mosaica y muy larga… desmesuradamente larga… fabulosamente larga…Cumplidas las fórmulas de ley, el presidente de la audiencia dijo al procesado:–Póngase usted de pie.

La lividez del presunto delincuente se acentuó hasta adquirir transparencias de porcelana.
 

Entorvecióse el peludo ceño del funcionario y clavando en el culpable su penetrante mirada de cuervo:–Consta en autos, que la occisa era una buena mujer y nunca tuvo usted motivos de queja contra su comportamiento en todo el tiempo en que hicieron vida marital: consta también, que trabajaba para ayudar en el combate de...

27 abr 2015

LITERATURA: Médium.

"PÍO  BAROJA"
  

(Médium)
 
  

Pío Baroja
Soy un hombre intranquilo, nervioso, muy nervioso; pero no estoy loco, como dicen los médicos que me han reconocido. He analizado todo, he profundizado todo, y vivo intranquilo. ¿Por qué? No lo he sabido todavía.
 
Desde hace tiempo duermo mucho, con un sueño sin ensueño; al menos, cuando me despierto, no recuerdo si he soñado; pero debo soñar; no comprendo por qué se me figura que debo soñar. A no ser que esté soñando ahora cuando hablo; pero duermo mucho; una prueba clara de que no estoy loco.
 
La médula mía está vibrando siempre, y los ojos de mi espíritu no hacen más que contemplar una cosa desconocida, una cosa gris que se agita con ritmo al compás de las pulsaciones de las arterias en mi cerebro.
 
Pero mi cerebro no piensa, y, sin embargo, está en tensión; podría pensar, pero no piensa... ¡Ah! ¿Os sonreís, dudáis de mi palabra? Pues bien, sí. Lo habéis adivinado. Hay un espíritu que vibra dentro de mi alma. Os lo contaré:
 
Es hermosa la infancia, ¿verdad? Para mí, el tiempo más horroroso de la vida. Yo tenía, cuando era niño, un amigo; se llamaba Román Hudson; su padre era inglés, y su madre, española.
 
Le conocí en el Instituto. Era...

26 abr 2015

FABULAS: El Pato y la Serpiente.

"TOMÁS DE IRIARTE"
 
 
(El Pato y la Serpiente)
 
 
Tomas de IriarteMás vale saber una cosa bien que muchas mal
 
A orillas de un estanque,
diciendo estaba un pato:
«¿A qué animal dio el cielo
los dones que me ha dado?

Soy de agua, tierra y aire:
cuando de andar me canso,
si se me antoja, vuelo;
si se me antoja, nado».
 

Una serpiente astuta,
que le estaba escuchando,
le llamó con un silbo
y le dijo «¡Seó guapo!

no hay que echar tantas plantas;
pues ni anda como el gamo,
ni vuela como el sacre,
ni nada como el barbo;

y así, tenga sabido
que lo importante y raro
no es entender de todo,
sino ser diestro en algo».


25 abr 2015

CUENTOS: Al Otro Lado de la Pared.

"AMBROSE BIERCE"
 
 
(Al Otro Lado de la Pared)
 
 
Ambrose Bierce-1.jpgHace muchos años, cuando iba de Hong Kong a Nueva York pasé una semana en San Francisco. Hacía mucho tiempo que no había estado en esa ciudad y durante todo aquel periodo mis negocios en Oriente habían prosperado más de lo que esperaba. Como era rico, podía permitirme volver a mi país para restablecer la amistad con los compañeros de juventud que aún vivían y me recordaban con afecto. El más importante para mí era Mohum Dampier, un antiguo amigo del colegio con quien había mantenido correspondencia irregular hasta que dejamos de escribirnos, cosa muy normal entre hombres. Es fácil darse cuenta de que la escasa disposición a redactar una sencilla carta de tono social está en razón del cuadrado de la distancia entre el destinatario y el remitente. Se trata, simple y llanamente, de una ley.

Recordaba a Dampier como un compañero, fuerte y bien parecido, con gustos semejantes a los míos, que odiaba trabajar y mostraba una señalada indiferencia hacia muchas de las cuestiones que suelen preocupar a la gente; entre ellas la riqueza, de la que, sin embargo, disponía por herencia en cantidad suficiente como para no echar nada en falta. En su familia, una de las más aristocráticas y conocidas del país, se consideraba un orgullo que ninguno de sus miembros se hubiera dedicado al comercio o a la política, o hubiera recibido distinción alguna. Mohum era un poco sentimental y su carácter supersticioso lo hacía inclinarse al estudio de temas relacionados con el ocultismo. Afortunadamente gozaba de una buena salud mental que lo protegía contra creencias extravagantes y peligrosas. Sus incursiones en el campo de lo sobrenatural se mantenían dentro de la región conocida y considerada como certeza.
 
La noche que lo visité había tormenta. El invierno californiano estaba en su apogeo: una lluvia incesante regaba las calles desiertas y, al ser empujada por irregulares ráfagas de viento, se precipitaba contra las casas con una fuerza increíble. El cochero encontró el lugar, una zona residencial escasamente poblada cerca de la playa, con...

24 abr 2015

HISTORIAS: El Fantasma.

"ENRIQUE ANDERSON IMBERT"
 
 
(El Fantasma)
 
 
Enrique Anderson ImbertSe dio cuenta de que acababa de morirse cuando vio que su propio cuerpo, como si no fuera el suyo sino el de un doble, se desplomaba sobre la silla y la arrastraba en la caída. Cadáver y silla quedaron tendidos sobre la alfombra, en medio de la habitación. ¿Con que eso era la muerte?
 
¡Qué desengaño! Había querido averiguar cómo era el tránsito al otro mundo ¡y resultaba que no había ningún otro mundo! La misma opacidad de los muros, la misma distancia entre mueble y mueble, el mismo repicar de la lluvia sobre el techo... Y sobre todo ¡qué inmutables, qué indiferentes a su muerte los objetos que él siempre había creído amigos!: la lámpara encendida, el sombrero en la percha... Todo, todo estaba igual. Sólo la silla volteada y su propio cadáver, cara al cielo raso.
 
Se inclinó y se miró en su cadáver como antes solía mirarse en el espejo. ¡Qué avejentado! ¡Y esas envolturas de carne gastada! "Si yo pudiera alzarle los párpados quizá la luz azul de mis ojos ennobleciera otra vez el cuerpo", pensó. Porque así, sin la mirada, esos mofletes y arrugas, las curvas velludas de la nariz y los dos dientes amarillos, mordiéndose el labio exangüe estaban revelándole su aborrecida condición de mamífero. -Ahora que sé que del otro lado no hay ángeles ni abismos me vuelvo a mi humilde morada. Y con buen humor se aproximó a su cadáver -jaula vacía- y fue a entrar para animarlo otra vez. ¡Tan fácil que hubiera sido! Pero no...

22 abr 2015

LEYENDAS: Las Semillas de la Discordia.

LEYENDAS POPULARES"
 
"Leyenda Africana"
 
(Las Semillas de la Discordia)
 
 
Una noche un campesino de África vio que la discordia plantaba semillas en su campo. Se abstuvo de intervenir y la observó. Cuando ella terminó y se fue, él se pasó toda la noche recogiendo, con la ayuda de una linterna, las peligrosas semillas. Se las llevó a su casa sin decir una sola palabra a su familia.
 
Al día siguiente, para deshacerse de las semillas, les dio un puñado a las gallinas. Pero apenas las picotearon se pusieron a pelear furiosamente, a muerte, entre ellas. Terminó con sus manos y brazos cubiertos de crueles picotazos. Buscando otra forma, tiró un...

21 abr 2015

LITERATURA: Atentado a la Virginidad.

"MARCOS PATRICIO CONCHA VALENCIA"
 
 
(Atentado a la Virginidad)
 
 
       4 de Diciembre 2011
 
Querido diario,
                      
Marcos Patricio Concha ValenciaTú eres el único en quién confío, me escuchas pacientemente, no me interrumpes, no me reprochas, eres mi mejor amigo. Te cuento que la semana pasada se me ocurrió subastar mi virginidad. Bueno esa que tu sabes que he peleado jevy a pesar que ganas no me han faltado, recuerda que hartas veces el Juan Carlos y otros han tratado de desvirgarme (¡qué cursi!), pero la guardaba como un presente al amor de mi vida. ¿Me pregunté si el desconocido amor de mi vida estaría interesado en el regalo? También díjeme: si tendré varios amores en la vida ¿Qué les regalaré a los siguientes? Y ahí comenzó la idea que anduvo dándome vueltas en la cabeza casi por más de un mes.

Es que cumplí los veintidós, y no tengo cómo pagar la universidad.

Así, cara de palo, hice un twitter en la internet y ofrecí mi virginidad al mejor postor. Te morirías de la risa de todas las ofertas que he recibido, desde chantas que...

20 abr 2015

FABULA: El Aguila y los Gallos

"ESOPO"
 
 
(El Aguila y los Gallos)
 
 
EsopoDos gallos reñían por la preferencia de las gallinas y al fin uno puso en fuga al otro.
 
Resignadamente se retiró el vencido a un matorral, ocultándose allí. En cambio el vencedor orgulloso se subió a una tapia alta dándose a cantar con gran estruendo.
 
Mas no tardó un águila en caerle y raptarlo. Desde entonces el gallo que había perdido la riña se quedó con todo el gallinero.
 
Moraleja:
 
A quien hace alarde de sus propios éxitos, no tarda en aparecerle quien se los arrebate




19 abr 2015

HISTORIAS: El Converso.

"JUAN JOSÉ ARREOLA"
 
 
(El Converso)

 
Resultado de imagen para imagenes de juan jose arreolaEntre Dios y yo todo ha quedado resuelto desde el momento en que he aceptado sus condiciones.

Renuncio a mis propósitos y doy por terminadas mis labores apostólicas. El infierno no podrá ser suprimido; toda obstinación de mi parte será inútil y contraproducente. Dios se ha mostrado en esto claro y definitivo, y ni siquiera me permitió llegar a las últimas proposiciones.

Entre otros deberes, he contraído el de hacer volver atrás a mis discípulos. A los de la tierra, se entiende. Los del infierno seguirán esperando inexorablemente mi regreso. En lugar de la redención prometida, no habré hecho más que añadir un nuevo suplicio: el de la esperanza. Dios lo ha querido así.

Yo debo volver al punto de partida. Dios se niega a iluminarme y debo colocar mi espíritu en el plano en que se hallaba antes de seguir el camino equivocado, esto es, en vísperas de recibir las órdenes menores.

Nuestro coloquio se ha desarrollado en el sitio que ocupo desde que fui arrebatado del infierno. Es algo así como una celda abierta en lo infinito y ocupada totalmente por mi cuerpo.

Dios no acudió inmediatamente. Por el contrario, me pareció una eternidad la espera, y un sentimiento de postergación indecible me hacía sufrir más que todos los suplicios anteriores. El dolor pasado era un recuerdo grato en cierta manera, ya que me daba ocasión de comprobar mi existencia y de percibir los contornos de mi cuerpo. Allí, en cambio, me podía comparar a una nube, a un islote sensible, de márgenes constituidas por...

18 abr 2015

LEYENDAS: La Carreta sin Bueyes.

"LEYENDAS POPULARES"
 
"Costa Rica"
 
(la Carreta sin Bueyes)
 
 
Vivía en un caserío del antiguo San José, pueblo de carretas, gente sencilla y creyencera, una bruja que estaba enamorada del más gallardo de los muchachos del pueblo.
 
El muchacho, por su gran apego a su fe cristiana, no quería tener nada con ella pero la bruja, valiéndose de artificios, lo logró conquistar y así vivir con él mucho tiempo, conviertiéndolo en un ser similar a ella.
 
Como se puede notar nadie estaba de acuerdo con esta unión, mucho menos el cura del pueblo, que en sus prédicas denunciaba el hecho; al pasar de los años aquel muchacho, ya mayor, tuvo una enfermedad incurable y pidió a la bruja que si se moría, le dieran los santos oficios en el templo del lugar.
 
Al solicitarle al sacerdote la última petición de su amado la bruja recibió la negativa debido al pecado arrastrado en su vida.
 
La bruja dijo por las buenas o por las malas y al morir su hombre, "enyugó" los bueyes a la carreta y puso la caja con el cuerpo muerto, cogió su escoba, su machete y se encaminó al templo.
 
Los bueyes iban con gran rapidez pero al llegar a la puerta, el sacerdote les dijo "en el nombre de Dios paren". Los animales hicieron caso, más no la bruja la cual blasfemaba contra lo sagrado.
 
El sacerdote perdonó a los bueyes por haber hecho caso y la bruja, la carreta y el muerto todavía vagan por el mundo, y algunas noches se oyen las ruedas de la carreta pasando por las calles de los pueblos arrastrada por la mano peluda del mismito diablo. 
 


17 abr 2015

LITERATURA: El Viaje.

"JESUS ALEJANDRO GODOY"
 
 
(El Viaje)
 
 
El monje salió un poco más que abatido de la abadía, su maestro le había negado por decimocuarta vez la posibilidad de viajar hacia esa tierra lejana de sus sueños.
 
El monje soñaba con viajar hacia Argentina, desde que unos viajeros perdidos, se habían topado casi por casualidad con las puertas de la abadía; su maestro, les había dado techo y comida durante tres días con sus noches, y fue en una de esas noches, que uno de los cuatro viajeros que a tientas hablaba un poco de nepalés, había subyugado a varios monjes con sus historias de la tierra rica y lejana, donde habitaban varias personas de distintas razas en muchas ciudades y donde sobre todo, no existían problemas religiosos, por lo que el monje se imaginó caminando entre varias personas tranquilamente, ya que en su Katmandú natal, él y sus compañeros era vistos como dementes o marcianos, que se dedicaban gran parte de su día y de su vida a rezar o adorar a Dios, sin que medie otro interés que el trabajar las tierras o comunicarse con entidades celestiales.
 
Un día después que los cuatro argentinos hubieran partido, el monje arregló su toga y se presentó ante su maestro, y como sabía que...

16 abr 2015

CUENTOS: El Marido Confesor.

"GIOVANNI VOCCACCIO"
 
 
(El Marido Confesor)
 
 
 
Giovanni BoccaccioHubo, en otra época, en Rímini, un comerciante, muy rico en tierras y en metálico, con mujer bonita y de primaverales años, que se volvió en extremo celoso. ¿Cuál era el motivo? No tenía otro sino que amaba hasta la locura a su mujer, encontrándola perfectamente bonita y bien hecha, y como el anhelo de ella era agradarle, se imaginaba que trataba, a la par, de agradar a los demás, ya que todos la hallaban amable y no cesaban de prodigar elogios a su belleza. Idea original, que sólo podía salir de un cerebro estrecho y enfermizo. Hostigado incesantemente por sus celos, no la perdía un instante de vista; de suerte que aquella infortunada era vigilada con más ahínco que lo son algunos criminales sentenciados a la última pena. Para ella no había ni bodas, ni festines, ni paseos: sólo le era permitido ir a la iglesia los días de gran solemnidad, pasando todo el tiempo en su casa, sin tener libertad de asomar la cabeza a las ventanas de la calle, bajo ningún pretexto. En una palabra, su situación era de las más desdichadas, y la soportaba con tanta mayor impaciencia cuanto que no tenía cosa que reprocharse. Nada más capaz de conducirnos al mal que la torcida opinión que se haya formado de nosotros. Así, pues, aquella mujer, viéndose, sin motivo alguno, mártir de los celos de su marido, creyó que no sería un crimen mayor si estaba celoso con fundamento. Mas ¿cómo obrar para vengarse de la injuria hecha a su discreción? Las ventanas permanecían continuamente cerradas, y el celoso se...


15 abr 2015

HISTORIAS: El Reloj.

"PÍO BAROJA"
 
 
(El Reloj)
  
Porque todos sus días, dolores, y sus ocupaciones,
 molestias, aún de noche su corazón no reposa.
-Eclesiastés

 
Pío Baroja
Hay en los dominios de la fantasía bellas comarcas en donde los árboles suspiran y los arroyos cristalinos se deslizan cantando por entre orillas esmaltadas de flores a perderse en el azul mar. Lejos de estas comarcas, muy lejos de ellas, hay una región terrible y misteriosa en donde los árboles elevan al cielo sus descarnados brazos de espectro y en donde el silencio y la oscuridad proyectan sobre el alma rayos intensos de sombría desolación y de muerte.
 
Y en lo más siniestro de esa región de sombras, hay un castillo, un castillo negro y grande, con torreones almenados, con su galería ojival ya derruida y un foso lleno de aguas muertas y malsanas.
 
Yo la conozco, conozco esa región terrible. Una noche, emborrachado por mis tristezas y por el alcohol, iba por el camino tambaleándome como un barco viejo al compás de las notas de una vieja canción marinera. Era una canción la mía en tono menor, canción de pueblo salvaje y primitivo, triste como un canto luterano, canción serena de una amargura grande y sombría, de la amargura de la montaña y del bosque. Y era de noche. De repente, sentí un gran terror. Me encontré junto al castillo, y entré en una sala desierta; un alcotán, con un ala rota, se arrastraba por el suelo.
 
Desde la ventana se veía la luna, que iluminaba con su luz espectral el campo yerto y desnudo; en los fosos se estremecía el agua intranquila y llena de emanaciones. Arriba, en el cielo, el brillante Arturus resplandecía y titilaba con un parpadeo misterioso y confidencial. En la lejanía las llamas de una hoguera se agitaban con el viento. En el ancho salón, adornado con negras colgaduras, puse mi cama de helechos secos. El salón estaba abandonado; un braserillo, donde ardía un montón de teas, lo iluminaba. Junto a una pared del salón había un reloj gigantesco, alto y estrecho como un ataúd, un reloj de caja negra que...

FABULAS: El Mono y su Amo.

"JOSE JOAQUÍN FERNÁNDEZ DE LIZARDI"
 
 
(El Mono y su Amo)
 
 
Jose Joaquín Fernández LizardiA una diestra cocinera vio matar pollos un día un Mono, y dijo: Yo haría lo mismo. ¡Bah! ¡Qué friolera!
 
 ¡A matador me dedico desde hoy; con ardor empiezo! Clamó, y le torció el pescuezo ... ¿A quién? Al pobre perico
 
Sábelo el Amo, y al punto, por la cólera cegado, azotó al Mono a tal grado, que lo dejó por difunto.
 
¡Oh Mono infeliz! ¡Qué caras pagaste tus fechorías! Mas ¿por qué te rneterías en camisa de once varas?
                      
***                         

Para no sufrir la pena del Mono, sé cauteloso: Recuerda que es peligroso practicar función ajena.




14 abr 2015

LEYENDAS: El Jinete sin Cabeza.

"MARIO CAÑAS RUIZ"
 
(El Jinete sin Cabeza)
 
 
Y el silencioso crepúsculo se arrebujaba entre la dulce meditación en que la llanura solía extasiarse. Las aves herían con su alegre sinfonía la quietud majestuosa de la tarde. Lejos donde el sol parece arder entre el candente pebetero de la lejanía, un grupo de garzas va copiando sus finísimos plumajes en los colores maravillosos de los exóticos paisajes, en cuyos celajes hay tintes de presagio de penas melancólicas. Todo el ambiente parece guardar instantes de santa meditación, y en las copas floridas de los centenarios árboles, el viento arrecuesta sus erizados cabellos.
 
Es verano. Y toda la llanura está reseca y solitaria, con aquella triste melancolía. Ha sido un atardecer maravilloso, y pronto sus poéticas bellezas devorarán la noche que pronto llegará. Allá, en el corredor de la Hacienda, el Viejo Patrón lee con devota atención el periódico del día, volando de cuando en cuando bocanadas de humo de pipa.
 
Son pasadas las seis de la tarde; este busca tomar un poco de aire fresco. En los corrales, el ganado espera entrar en reposo y de cuando en cuando óyense los últimos gritos de los sabaneros que arrean una punta de ganado de ordeño. La peonada se...

13 abr 2015

LITERATURA: Noche Blanca.

"SIDONIE GABRIELLE COLETTE"
 
 
(Noche Blanca)

 
 
Colette
No hay en nuestra casa más que un lecho, demasiado ancho para ti, un poco estrecho para nosotros dos. Es casto, blanco del todo, desnudo del todo; ningún cubrecama oculta, en pleno día, su honesto candor. Los que vienen a vernos lo miran tranquilamente, y no vuelven los ojos con un aire cómplice, porque está marcado, en medio, por un solo valle, como el lecho de una muchacha que duerme sola. No saben, los que entran aquí, que cada noche el peso de nuestros cuerpos juntos ahonda un poco más, bajo su mortaja voluptuosa, ese valle no más amplio que una tumba.
 
¡Oh, nuestro lecho desnudo! Una lámpara deslumbrante, inclinada sobre él, lo desviste más todavía. No buscamos, en el crepúsculo, la sombra sabia, de un gris de araña, que filtra un dosel de encaje; ni la luz rosa de una lamparilla color de conchas marinas... Astro sin alba y sin ocaso, nuestro lecho no cesa de irradiar más que para hundirse en una noche profunda y aterciopelada.
 
Un halo de perfume lo aureola; - embalsama, rígido y blanco como el cuerpo de una bienaventurada difunta. Es un perfume complicado que sorprende, que se respira con atención, con la preocupación de distinguir el alma rubia de tu tabaco preferido, el aroma más rubio de tu piel tan clara, y ese sándalo quemado que se exhala de mí; pero este agreste olor de hierbas aplastadas, ¿quién puede decir si es mío o tuyo?!
 
 ¡Acógenos esta noche, oh nuestro lecho, y que tu fresco valle se ahonde un poco más bajo la somnolencia febril con...

12 abr 2015

FABULAS: El Gato Bandido.

"RAFAEL POMBO"
 
 
(El Gato Bandido)
 
 
 
Rafael Pombo en AlbaLearning Audiolibros y Libros Gratis
Michín dijo a su mamá: "Voy a volverme Pateta, y el que a impedirlo se meta en el acto morirá. Ya le he robado a papá daga y pistolas; ya estoy armado y listo; y me voy a robar y matar gente, y nunca más (¡ten presente!) verás a Michín desde hoy".
 
Yéndose al monte, encontró a un gallo por el camino, y dijo: "A ver qué tal tino para matar tengo yo". Puesto en facha disparó, retumba el monte al estallo, Michín maltrátase un callo y se chamusca el bigote; pero tronchado el cogote, cayó de redondo el gallo. Luego a robar se encarama, tentado de la gazuza, al nido de una lechuza que en furia al verlo se inflama, mas se le rompe la rama, vuelan chambergo y puñal, y al son de silba infernal que taladra los oídos cae dando vueltas y aullidos el prófugo criminal. Repuesto de su caída ve otro gato, y da el asalto "¡Tocayito, haga usted alto! ¡Déme la bolsa o la vida!" El otro no se intimida y antes grita: "¡Alto el ladrón!" Tira el pillo, hace explosión el arma por la culata, y casi se desbarata Michín de la contusión.
 
Topando armado otro día a un perro, gran bandolero, se le acercó el marrullero con cariño y cortesía: "Camarada, le decía, celebremos nuestra alianza"; y...

11 abr 2015

LEYENDAS: El Labrador que había cambiado las Lindes.

"EL LABRADOR QUE HABÍA CAMBIADO LAS LINDES"
 
(Leyenda Popular de Espanya)
 
 
Un labrador, cerca de Astigarraga, poseía un caserío y muchas tierras que le daban buen dinero. Era un hombre trabajador aunque muy avaricioso. Pasaba todo el día trabajando en los maizales o en los cuadros de la huerta, o segando hierba para formar las metas o montones a la puerta de los establos.
 
Entre los vecinos tenía fama de avaro, si bien elogiaban su amor al trabajo.
 
--Dinero, ya tiene; pero buenos sudores le cuesta.
 
Pues muchas noches le veían salir del caserío, coger las layas e ir al campo a trabajar.
 
Murió este labrador y su viuda confió el cuidado de la tierra a un amigo de toda la vida. Éste era un hombre honrado que por su timidez nunca había conseguido llegar a más. Tuvo, pues, mucha satisfacción en entrar al servicio de la viuda de su amigo. Y queriendo seguir los hábitos de trabajo de éste, muchas noches...

HISTORIAS: El Fin.

"JORGE LUIS BORGES"
 
(El Fín)
 

Jorge Luis BorgesRecabarren, tendido, entreabrió los ojos y vio el oblicuo cielo raso de junco. De la otra pieza le llegaba un rasgueo de guitarra, una suerte de pobrísimo laberinto que se enredaba y desataba infinitamente…
 
Recobró poco a poco la realidad, las cosas cotidianas que ya no cambiaría nunca por otras. Miró sin lástima su gran cuerpo inútil, el poncho de lana ordinaria que le envolvía las piernas. Afuera, más allá de los barrotes de la ventana, se dilataban la llanura y la tarde; había dormido, pero aun quedaba mucha luz en el cielo. Con el brazo izquierdo tanteó dar con un cencerro de bronce que había al pie del catre. Una o dos veces lo agitó; del otro lado de la puerta seguían llegándole los modestos acordes. El ejecutor era un negro que había aparecido una noche con pretensiones de cantor y que había desafiado a otro forastero a una larga payada de contrapunto. Vencido, seguía frecuentando la pulpería, como a la espera de alguien. Se pasaba las horas con la guitarra, pero no había vuelto a cantar; acaso la derrota lo había amargado. La gente ya se había acostumbrado a ese hombre inofensivo. Recabarren, patrón de la pulpería, no olvidaría ese contrapunto; al día siguiente, al acomodar unos tercios de yerba, se le había muerto bruscamente el lado derecho y había perdido el habla. A fuerza de apiadarnos de las desdichas de los héroes de la novelas concluímos apiadándonos con exceso de las desdichas propias; no así el sufrido Recabarren, que aceptó la parálisis como antes había aceptado el rigor y las soledades de América. Habituado a vivir en el presente, como los animales, ahora miraba el cielo y pensaba que el cerco rojo de la luna era señal de lluvia.
 
Un chico de rasgos aindiados (hijo suyo, tal vez) entreabrió la puerta. Recabarren le preguntó con los ojos si...

CUENTOS: El Revolver.

 
"EMILIA PARDO BAZÁN"
 
(El Revolver)
 
 
Emilia Pardo Bazán
En un acceso de confianza, de esos que provoca la familiaridad y convivencia de los balnearios, la enferma del corazón me refirió su mal, con todos los detalles de sofocaciones, violentas palpitaciones, vértigos, síncopes, colapsos, en que se ve llegar la última hora...

Mientras hablaba, la miraba yo atentamente.

Era una mujer como de treinta y cinco a treinta y seis años, estropeada por el padecimiento; al menos tal creí, aunque, prolongado el examen, empecé a suponer que hubiese algo más allá de lo físico en su ruina.

Hablaba y se expresaba, en efecto, como quien ha sufrido mucho, y yo sé que los males del cuerpo, generalmente, cuando no son de inminente gravedad, no bastan para producir ese marasmo, ese radical abatimiento.

Y notando cómo las anchas hojas de los plátanos, tocadas de carmín por la mano artística del otoño, caían a tierra majestuosamente y quedaban extendidas cual manos cortadas, le hice observar, para arrancar confidencias, lo pasajero de todo, la melancolía del tránsito de las cosas...
 
-Nada es nada -me contestó, comprendiendo instantáneamente que, no una curiosidad, sino una compasión, llamaba a las puertas de su espíritu-. Nada es nada..., a no ser que nosotros mismos convirtamos ese nada en algo. Ojalá lo viésemos todo, siempre, con el sentimiento ligero, aunque triste, que nos produce la caída de ese follaje sobre la arena.
 
El encendimiento enfermo de sus mejillas se avivó, y entonces me di cuenta de que habría sido muy hermosa, aunque estuviese su hermosura borrada y barrida, lo mismo que las tintas de un cuadro fino, al cual se le pasa el algodón impregnado de alcohol. Su pelo rubio y sedeño mostraba rastros de ceniza, canas precoces... Sus facciones habíanse marchitado; la tez, sobre todo, revelaba esas alteraciones de la sangre que son...

10 abr 2015

LITERATURA: La Lépra

 
"GILLAIUME APOLLIAIRE"
 
 
(La Lépra)
 
(El heresiarca y cia)
 
LA LÉPRA
 
 
Guillaume Apollinaire en AlbaLearning
Como alguien acababa de decir que el idioma italiano ofrece muy pocas dificultades, el barón d'Ormesan protestó con la certeza de alguien que habla una docena de lenguas europeas o asiáticas:
 
—¿Que el italiano no es difícil? ¡Qué error!...Puede que sus dificultades sean poco observables, pero no por ello dejan de existir, créame; tengo experiencia al respecto. Esas dificultades fueron la causa de que casi cayese víctima de la lepra, ese terrible mal que, parecido a las dificultades de la lengua italiana, se oculta y parece haber desaparecido, mientras que, en realidad, continúa extendiéndose causando estragos por las cinco partes del mundo.             
 
—¡La lepra!
 
—¿A causa del italiano?              
 
—¡Cuéntenos usted eso?
 
 —¡Debe ser horroroso!             
 
Al escuchar esas exclamaciones que probaban el éxito de su paradójica declaración, el barón d'Ormesan sonrió. Le alargué la caja de cigarros. Eligió uno y lo encendió después de haberle sacado la etiqueta, que se colocó en el anular, siguiendo una tonta costumbre que...

9 abr 2015

CUENTOS: Causa y sin razón de los Celos.

 
"ROBERTO ARLT"
 
(Causa y sin razón de los Celos)
 
 
Roberto ArltHay buenos muchachitos, con metejones de primera agua, que le amargan la vida a sus respectivas novias promoviendo tempestades de celos, que son realmente tormentas en vasos de agua, con lluvias de lágrimas y truenos de recriminaciones.
 
Generalmente las mujeres son menos celosas que los hombres. Y si son inteligentes, aun cuando sean celosas, se cuidan muy bien de descubrir tal sentimiento, porque saben que la exposición de semejante debilidad las entrega atadas de pies y manos al fulano que les sorbió el seso. De cualquier manera; el sentimiento de los celos es digno de estudio, no por los disgustos que provoca, sino por lo que revela en cuanto a psicología individual.                         
 
Puede establecerse esta regla: Cuanto menos mujeres ha tratado un individuo, más celoso es.
 
La novedad del sentimiento amoroso conturba, casi asusta, y  trastorna la...

8 abr 2015

HISTORIAS: Las Sirenas.

"AZORÍN"
 
(Las Sirenas)

 
Azorín
Cuando volvieron de la iglesia celebraron con una merienda espléndida el bautizo. La casa estaba llena de invitados; entraron todos en el comedor. Sobre el blanco mantel resaltaba la límpida cristalería. Y acá y allá, la nota pintoresca de un pomposo, oloroso, pintoresco ramo de flores. Todos estaban alegres, animosos.
 
Venía al mundo un nuevo ser. Se celebraba su entrada en la vida. ¿Qué había en el mundo para este niño? Las conversaciones, las risas, las exclamaciones de cuando en cuando, como el ir y venir de un oleaje, tenían un momento, ligerísimo, de tregua. Parecía que en estos vagos y fugaces silencios algo se cernía sobre las cabezas de los invitados. La madre del niño estaba un poco seria, meditativa; ya se había levantado de la cama; a los tres días del parto ya se...

FABULAS: El Ratón de la Corte y el del Campo

"FELIX MARIA SAMANIEGO"

  
(El Ratón de la Corte y el del Campo)
 
 
Felix Maria Samaniego
 

Un Ratón cortesano
Convidó con un modo muy urbano

A un Ratón campesino.
 Diole gordo tocino, 

Queso fresco de Holanda,
Y una despensa llena de vianda

Era su alojamiento,
Pues no pudiera haber un aposento

Tan magníficamente preparado, 
Aunque fuese en Ratópolis buscado

Con el mayor esmero,
Para alojar a Roepan primero.

Sus sentidos allí se recreaban; 
Las paredes y...

7 abr 2015

LITERATURA: Vida Loca

"DOMINGO ARENA"
 
(Vida Loca)
 
Domingo ArenaFermín había sido siempre de carácter raro. Se le veía en silencio vagar largas horas por el campo, solo y sin objeto, de día o de noche, lo mismo a pie que a caballo. Si lo detenía alguien para preguntarle qué hacía, lo miraba sorprendido como si despertara de repente sin haber oído, y después de repetírsele la pregunta, contestaba invariablemente: —Nada; tomo el fresquito.

Y a veces hacía un sol que achicharraba.

Una tarde de un día de esquila, varios peones dormían la siesta debajo de un galpón, y entre ellos estaba Fermín, tendido sobre una carona, recibiendo todo el sol que le caía a plomo, haciéndolo sudar a mares como si lo derritiera. Enfrente del galpón estaba la casa: un rancho inclinado que parecía quererse echar a la sombra de los álamos, cuyas ramas se...

6 abr 2015

CUENTOS: Navidad en los Andes.

 
"CIRO ALEGRÍA"
 
 
(Navidad en los Andes)
 
 
Ciro Alegría en AlbaLearning Audi9olibros y Libros Gratis
Marcabal Grande, hacienda de mi familia, queda en una de las postreras estribaciones de los Andes, lindando con el río Marañón. Compónenla cerros enhiestos y valles profundos. Las frías alturas azulean de rocas desnudas. Las faldas y llanadas propicias verdean de sembríos, donde hay gente que labre, pues lo demás es soledad de naturaleza silvestre. En los valles aroman el café, el cacao y otros cultivos tropicales, a retazos, porque luego triunfa el bosque salvaje. La casa hacienda, antañona construcción de paredes calizas y tejas rojas, álzase en una falda, entre eucaliptos y muros de piedra, acequias espejeantes y un huerto y un jardín y sembrados y pastizales. A unas cuadras de la casa, canta su júbilo de aguas claras una quebrada y a otras tantas, diseña su melancolía de tumbas un panteón. Moteando la amplitud de la tierra, cerca, lejos, humean los bohíos de los peones. El viento, incansable transeúnte andino, es como...

LITERATURA: El Manual.

"DANIEL CABAZA"
  
(El Manual)
 
 
Nunca necesité de la histérica campanilla de un despertador taladrando mis oídos; desperté esa mañana como tantas otras en estos últimos años recordando extraños sueños y envuelto en una opresiva sensación de angustia. Rendido, ya no volví a prometerme intentar exorcizar este constante sentimiento que me embargaba.
 
Aún acostado, extendí mi brazo izquierdo y mi mano oprimió el interruptor de un pequeño velador mientras que al mismo tiempo desplazaba una carga molesta de frazadas que asfixiaba mi cuerpo desnudo. Mis piernas buscaron el vacío y mis pies sintieron el contacto del piso  frío y así, sentado en la cama, conmovido por algún  que otro escalofrío  refregué fuertemente mis ojos con ambas manos en una falsa actitud boxística; me erguí con...

5 abr 2015

FABULAS: La Tortuga y la Hormiga

 
"JOSE JOAQUÍN FERNÁNDEZ DE LIZARDE"
 
(La Tortuga y la Hormiga)
 
 
Jose Joaquín Fernández Lizardi
En un pozo, una Tortuga a cierta Hormiga decía: -En este mísero invierno, dime ¿qué comes, amiga?
- Cómo trigo, le responde, y maíz y otras semillas, de las que dejo en otoño mis bodegas bien provistas.
 
-¡Ay! ¡dichosa tú! exclamaba la Tortuga, muy fruncida: ¡Qué buena vida te pasas! ¡Qué bien te tratas, vecina! Mientras yo ¡pobre de míl en este pozo metida todo el año, apenas como una que otra sabandija.
 
-Pero en ese largo tiempo ¿qué haces?, pregunta la Hormiga. y la Tortuga responde: -Yo, a la verdad, día por día me estoy durmiendo en...

HISTORIAS: El último viaje.

 
"MARCOS PATRICIO CONCHA VALENCIA"
 
 
(El último viaje)
 
 
Marcos Patricio Concha Valencia-¡Setenta con treinta bajando, treinta y cinco de pulso irregular! -lejos, de ultratumba, escuché la voz preocupada de la enfermera.
 
La botella de suero se desvanecía en el espacio, dejando al fondo una pared blanca borrosa. Las sombras y tinieblas apagaban la luz de la lámpara clínica. No sentía dolor, sólo cansancio que me arrastraba a cerrar los ojos y dormir.

El monitor emitió pitos acelerados y agudos, reflejando mi corazón que se resistía a detenerse.

-¡Veinte mililitros! ¡Inyecte una dosis de veinte mililitros de solución de adrenalina! ¡Rápido!  Prepare el resucitador de paro cardíaco. -El roce de las medias y faldas, los pasos apresurados, el choque de los instrumentos al caer sobre...

4 abr 2015

FABULAS: Los dos Loros y la Cotorra

"TOMÁS DE IRIARTE"
 
 
(Los dos Loros y la Cotorra)
 
 

Tomas de Iriarte
Los que corrompen su idioma no tienen otro desquite que llamar puristas a los que le hablan con propiedad, como si el serlo fuera tacha  

De Santo Domingo trajo
dos loros una señora.
La isla en parte es francesa,
y en otra parte española.
Así, cada animalito
hablaba distinto idioma.
Pusiéronlos al balcón,
y aquello era Babilonia.
De francés y castellano
hicieron tal pepitoria,
que al cabo ya no sabían
hablar ni...

CUENTOS: El maniquí

 
"VICENTE BLASCO IBAÑEZ"
 
 
(El maniquí)
 
 
Vicente Blasco Ibañez
Nueve años habían transcurrido desde que Luis Santurce se separó de su mujer. Después la había visto envuelta en sedas y tules en el fondo de elegante carruaje, pasando ante él como un relámpago de belleza, o la había adivinado desde el paraíso del Real, allá abajo, en un palco, rodeada de señores que se disputaban el murmurar algo a su oído para hacer gala de una intimidad sonriente.
 
           Estos encuentros removían en él todo el sedimento de la pasada ira: había huido siempre de su mujer como enfermo que teme el recrudecimiento de sus dolencias, y sin embargo, ahora iba a su encuentro, a verla y hablarla en aquel hotel de la Castellana, cuyo lujo insolente era el testimonio de su deshonra.
 
Los rudos movimientos del coche de alquiler parecían hacer saltar los...
 

LITERATURA: Tu más profunda piel.


"JULIO CORTÁZAR"
 
 
(Tu más profunda piel)
 

 
Julio CortázarCada memoria enamorada guarda sus magdalenas y la mía -sábelo, allí donde estés- es el perfume del tabaco rubio que me devuelve a tu espigada noche, a la ráfaga de tu más profunda piel. No el tabaco que se aspira, el humo que tapiza las gargantas, sino esa vaga equívoca fragancia que deja la pipa, en los dedos y que en algún momento, en algún gesto inadvertido, asciende con su látigo de delicia para encabritar tu recuerdo, la sombra de tu espalda contra el blanco velamen de las sábanas.
   
No me mires desde la ausencia con esa gravedad un poco infantil que hacía de tu rostro una máscara de joven faraón nubio. Creo que siempre estuvo entendido que...

LEYENDAS: El rayo de la luna

"GUSTAVO ADOLFO BECQUER"
 
(El rayo de la Luna)
 
 
 
Gustavo Adolfo BécquerYo no sé si esto es una historia que parece cuento o un cuento que parece historia; lo que puedo decir es que en su fondo hay una verdad, una verdad muy triste, de la que acaso yo seré uno de los últimos en aprovecharme, dadas mis condiciones de imaginación.
 
Otro, con esta idea, tal vez hubiera hecho un tomo de filosofía lacrimosa; yo he escrito esta leyenda que, a los que nada vean en su fondo, al menos podrá entretenerles un rato.
 
I
 
 
Era noble, había nacido entre el estruendo de las armas, y el insólito clamor de una trompa de guerra no le hubiera hecho levantar la cabeza un instante ni apartar sus ojos un punto del oscuro pergamino en que leía la última cantiga de un trovador.
 
Los que quisieran encontrarle, no lo debían buscar en el anchuroso patio de su castillo, donde los palafreneros domaban los potros, los pajes enseñaban a volar a los halcones, y los soldados se entretenían los días de reposo en afilar el hierro de su lanza contra una piedra.
 
-¿Dónde está Manrique, dónde está vuestro señor? -preguntaba algunas veces su madre.
 
-No sabemos -respondían sus servidores:- acaso estará en el claustro del monasterio de la Peña, sentado al borde de una tumba, prestando oído a ver si sorprende alguna palabra de la conversación de los muertos; o en el puente, mirando correr unas...

3 abr 2015

CUENTOS: El abuelo y el nieto.

"HERMANOS GRIMM"
 
(El abuelo y el nieto)
 
Hermanos GrimmHabía una vez un pobre muy viejo que no veía apenas, tenía el oído muy torpe y le temblaban las rodillas. Cuando estaba a la mesa, apenas podía sostener su cuchara, dejaba caer la copa en el mantel, y aun algunas veces escapar la baba. La mujer de su hijo y su mismo hijo estaban muy disgustados con él, hasta que, por último, le dejaron en un rincón de un cuarto, donde le llevaban su escasa comida en un plato viejo de barro. El anciano lloraba con frecuencia y...

FABULA: La zorra a la que se le lleno el vientre

"ESOPO"
 
(La zorra a la que se le lleno el vientre)
 
Esopo Una zorra hambrienta encontró en el tronco de una encina unos pedazos de carne y de pan que unos pastores habían dejado escondidos en una cavidad. Y entrando en dicha cavidad, se los comió todos.
 
Pero tanto comió y se le agrandó tanto el vientre que no pudo salir. Empezó a gemir y...

2 abr 2015

LITERATURA: Cartas a mis muertos.

"PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN"
 
(Cartas a mis muertos)
 
Pedro Antonio de AlarconAy del que en una y otra sepultura prendas del alma sumergirse vio,
y ansioso tornó a  amar en su locura,
y otra vez y otra vez su bien perdió!
¡Ay de mi, que, rebelde y furibundo,
de la fe y del temor rompí los lazos,
y abarqué el universo..., y vi que el mundo
era un cadáver más entre mis brazos!
(Versos inéditos míos.)
 
 
PREFACIO
            
Ningún día del año, ninguno; ni el de San José, ni el de los Santos Reyes, ni el de año-nuevo, ni el viernes de Dolores, ni antes de emprender un viaje, ni después de un cambio político, ni en vísperas de elecciones, ni al salir de una enfermedad, ni cuando me entran ganas de ser Académico, ni a  poco de contraer matrimonio, ni la mañana del estreno de un drama mío, ni al día siguiente de perder mi caudal al juego... (ya comprenderán ustedes que la mitad de estas cosas no me han sucedido ni una vez siquiera); nunca, en fin, es tan larga la lista de mi tarjetero, nunca me encuentro con tantas visitas que hacer, como el día de la Conmemoración de los Fieles Difuntos.
 
¡Y es que pocos hombres de mi edad habrá en la tierra que tengan con el cielo una cuenta tan larga como la mía!
 
De cuantos barcos eché a  la mar, y fueron muchos... (hablo metafóricamente), apenas veo ya alguno que otro, roto y desarbolado por los huracanes, tendido y...

CUENTOS: El amor asesinado.

"EMILIA PARDO BAZAN"
 
 
(El Amor Asesinado)
 
Emilia Pardo BazánNunca podrá decirse que la infeliz Eva omitió ningún medio lícito de zafarse de aquel tunantuelo de Amor, que la perseguía sin dejarle punto de reposo.
 
Empezó poniendo tierra en medio, viajando para romper el hechizo que sujeta al alma a los lugares donde por primera vez se nos aparece el Amor. Precaución inútil, tiempo perdido; pues el pícaro rapaz se subió a la zaga del coche, se agazapó bajo los asientos del tren, más adelante se...

1 abr 2015

FABULA: El aguila y la flecha.

 
"ESOPO"
 
(El águila y la flecha)
 
 
Esopo
Estaba asentada un águila en el pico de un peñasco esperando por la llegada de las liebres.
 
Mas la vio un cazador, y lanzándole una flecha le atravesó su cuerpo.                  
 
Viendo el águila entonces que la flecha estaba...