Bienvenida de Juan Martín

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28 jul 2015

"La aventura de un matrimonio"

"ITALO CALVINO"


(La aventura de un matrimonio)



Italo-Calvino.jpgEl obrero Arturo Massolari hacía el turno de noche, el que termina a las seis. Para volver a su casa tenía un largo trayecto que recorría en bicicleta con buen tiempo, en tranvía los meses lluviosos e invernales. Llegaba entre las siete menos cuarto y las siete, a veces un poco antes, otras un poco después de que sonara el despertador de Elide, su mujer.     
      
A menudo los dos ruidos, el sonido del despertador y los pasos de él al entrar, se superponían en la mente de Elide, alcanzándola en el fondo del sueño, ese sueño compacto de la mañana temprano que ella trataba de seguir exprimiendo unos segundos con la cara hundida en la almohada. Después se levantaba repentinamente de la cama y ya estaba metiendo a ciegas los brazos en la bata, el pelo sobre los ojos. Elide se le aparecía así, en la cocina, donde Arturo sacaba los recipientes vacíos del bolso que llevaba al trabajo: la fiambrera, el termo, y los depositaba en el fregadero. Ya había encendido el calentador y puesto el café. Apenas la miraba, Elide se pasaba una mano por el pelo, se esforzaba por abrir bien los ojos, como si cada vez se avergonzase un poco de esa primera imagen que el marido tenía de ella al regresar a casa, siempre tan en desorden, con la cara medio dormida. Cuando dos han dormido juntos es otra cosa, por la mañana los dos emergen del mismo sueño, los dos son iguales.           

En cambio a veces entraba él en la habitación para despertarla con la taza de café, un minuto antes de que sonara el despertador; entonces todo era más natural, la mueca al salir del sueño adquiría una dulzura indolente, los brazos que...


22 jul 2015

FABULAS: LAS RANAS PIDIENDO REY-

"ESOPO"


(LAS RANAS PIDIENDO REY)






EsopoCansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey.       


Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca.       
Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso.       

Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo.       

Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión.    

   
Moraleja:       

A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno muy emprendedor pero malvado o corrupto.

17 jul 2015

"Meter al diablo en el infierno"

"GIOVANNI BOCCACCIO"


(Meter al diablo en el Infierno)




Giovanni BoccaccioAlibech se hace ermitaña, y el monje Rústico la enseña a meter al diablo en el infierno, después, llevada de allí, se convierte en la mujer de Neerbale.


Dioneo, que diligentemente la historia de la reina escuchado había, viendo que estaba terminada y que sólo a él le faltaba novelar, sin esperar órdenes, sonriendo, comenzó a decir:

Graciosas señoras, tal vez nunca hayáis oído contar cómo se mete al diablo en el infierno, y por ello, sin apartarme casi del argumento sobre el que vosotras todo el día habéis discurrido, os lo puedo decir: tal vez también podáis salvar a vuestras almas luego de haberlo aprendido, y podréis también conocer que por mucho que Amor en los alegres palacios y las blandas cámaras más a su grado que en las pobres cabañas habite, no por ello alguna vez deja de hacer sentir sus fuerzas entre los tupidos bosques y los rígidos alpes, por lo que comprender se puede que a su potencia están sujetas todas las cosas.

En la ciudad de Cafsa, en Berbería, hubo hace tiempo un hombre riquísimo que, entre otros hijos, tenía una hijita hermosa y donosa cuyo nombre era Alibech; la cual, no siendo cristiana y oyendo a muchos cristianos que en la ciudad había alabar mucho la fe cristiana y el servicio de Dios, un día preguntó a uno de ellos en qué materia y con menos impedimentos pudiese servir a Dios. El cual le repuso que servían mejor a Dios aquellos que más huían de las cosas del mundo, como hacían quienes en las soledades de los desiertos de la Tebaida se habían retirado. La joven, que simplicísima era y de edad de unos catorce años, no por consciente deseo sino por un impulso pueril, sin decir nada a nadie, a la mañana siguiente hacia el desierto de Tebaida, ocultamente, sola, se encaminó; y con gran trabajo suyo, continuando sus deseos, después de...


11 jul 2015

HISTORIAS: Diagnóstico de muerte.

"AMBROSE BIERCE"
 
 
(Diagnóstico de muerte)
 
 
 
Ambrose Bierce-1.jpg- No soy tan supersticioso como algunos de tus doctores de ciencia, como tú te complaces en decir - dijo Hawver, replicando una acusación que no había sido hecha - Algunos de ustedes, solo algunos, confieso, creen en la inmortalidad del alma, y en apariciones que tú no tienes la honestidad de llamar fantasmas. No voy decir más que tengo la convicción que los vivos algunas veces son vistos donde no están, en lugares donde han estado, donde ellos vivieron tanto tiempo, quizás tan intensamente, como para dejar sus impresiones en todo lo que los rodea. Sé, en efecto, que nuestro entorno puede ser tan afectado por nuestra personalidad como para producir, mucho después, una imagen de uno mismo en los ojos de otro. Indudablemente la personalidad impresionable tiene que ser una personalidad adecuada, así como los ojos perceptores tienen que ser el tipo justo de ojos, los míos por ejemplo. 
 
- Si, el tipo justo de ojos que transmiten sensaciones al tipo de cerebros inadecuados- dijo el Dr. Frayley, sonriendo. 
 
- Gracias; a uno le gusta tener sus espectativas gratificadas; esto es en réplica de lo que yo supongo que haría alguien civilizado.
 
- Perdóname. Pero tú dices que lo sabes. Es algo fácil de decir, ¿no crees? Quizás no te importará decirme como lo supiste.
 
- Tú lo llamarás una alucinación - dijo Hawver, - pero no es tal cosa - y le contó la historia.
 
El último verano, como tú sabes, fui a pasar la temporada de calor a la ciudad de Meridian. Los parientes cuya casa intentaba habitar estaban enfermos, así que busqué otras habitaciones. Luego de algunas dificultades renté una de las habitaciones vacantes que había sido ocupada por un excéntrico doctor llamado Mannering, quien se había ido varios años atrás, no se sabía adonde, ni siquiera su agente. Él había construído una casa y había vivido allí durante diez años, acompañado por...

6 jul 2015

La niña de los tres maridos

"LEYENDAS POPULARES"
"Versión de Fernán Caballero"
(La niña de los tres maridos)

Érase una vez un padre que tenía una hija muy hermosa, pero terca y decidida. Esto a él no le parecía mal. Un día se presentaron tres jóvenes, a cual más apuesto, y los tres le pidieron la mano de su hija; el padre, después de que hubo hablado con ellos, dijo que los tres tenían su beneplácito y que, en consecuencia, fuera su hija la que decidiese con cuál de ellos se quería casar.
             Así, le preguntó a la niña y ella le contestó que con los tres.
              -Hija mía -dijo el buen hombre-, comprende que eso es imposible. Ninguna mujer puede tener tres maridos.
              -Pues yo elijo a los tres -contestó la niña tan tranquila. El padre volvió a insistir:
-Hija mía, ponte en razón y no me des más quebraderos de cabeza. ¿A cuál de ellos quieres que le conceda tu mano?
              -Ya te he dicho que a los tres -contestó la niña.
Y no hubo manera de sacarla de ahí.
El padre se quedó dando vueltas en la cabeza al problema, que era un verdadero problema y, a fuerza de pensar, no halló mejor solución que encargar a los tres jóvenes que se fueran por el mundo a buscar una cosa que fuera única en su especie; y aquel que trajese la mejor y la más rara, se casaría con su hija.
Los tres jóvenes se echaron al mundo a buscar y decidieron reunirse un año después a ver qué había encontrado cada uno. Pero por...

1 jul 2015

Las dos glorias.

"PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN"
(Las dos glorias)
  

Pedro Antonio de AlarconUn día que el célebre pintor flamenco Pedro Pablo Rubens andaba recorriendo los templos de Madrid acompañado de sus afamados discípulos, penetró en la iglesia de un humilde convento, cuyo nombre no designa la tradición.

Poco o nada encontró que admirar el ilustre artista en aquel pobre y desmantelado templo, y ya se marchaba renegando, como solía, del mal gusto de los frailes de Castilla la Nueva, cuando reparó en cierto cuadro medio oculto en las sombras de feísima capilla; acercóse a él, y lanzó una exclamación de asombro.

Sus discípulos le rodearon al momento, preguntándole:

- ¿Qué habéis encontrado, maestro?

- ¡Mirad! -dijo Rubens señalando, por toda contestación, al lienzo que tenía delante.

Los jóvenes quedaron tan maravillados como el autor del "Descendimiento".

Representaba aquel cuadro la "Muerte de un religioso". Era éste muy joven, y de una belleza que ni la penitencia ni la agonía habían podido eclipsar, y hallábase tendido sobre los ladrillos de su celda, velados ya los ojos por la muerte, con una mano extendida sobre una calavera, y estrechando con la otra, a su corazón, un crucifijo de madera y cobre.

En el fondo del lienzo se veía pintado otro cuadro, que figuraba estar colgado cerca del lecho de que se suponía haber salido el religioso para morir con más humildad sobre la dura tierra.

Aquel segundo cuadro representaba a una difunta, joven y hermosa, tendida en el ataúd entre fúnebres cirios y negras y suntuosas colgaduras....



Nadie hubiera podido mirar estas dos escenas, contenida la una en la otra, sin comprender que se explicaban y completaban recíprocamente. Un amor desgraciado, una esperanza muerta, un desencanto de la vida, un...