"Matteo Bandello"
Estáis, señores, suDe de entregarse más bien a gozosas y placenteras charlas, a fin de soportar mejor los rigores de la Cuaresma, que está en puertas. Os contaré, pues, una alegre historia que aconteció no hace mucho tiempo en Milán.
"El sacristán y la cortesana"

Haré observar que en Milán, mi patria, hay innumerables conventos de frailes y de monjes de diversas órdenes, asi como monasterios de vírgenes consagradas a María; los hay de todas clases, de hombres y mujeres mendicantes; muchos de estos religiosos viven santamente en la práctica de las sagradas prescripciones; pero también existen algunos que son licenciosos, disolutos y deshonestos; llevan una vida escandalosa y en su mano sienta mejor la espada que el breviario.